De Brasil quería ir a Bolivia, pero los vuelos más baratos eran de nuevo entre São Paulo y Santiago, así que ya estando, otra vez, en Chile decidí pasar unos días en el desierto de Atacama. Pasé una noche en Santiago y fui en un bus nocturno a Calama (tardé 22 horas). Al contrario de los buses brasileños, estos en Chile no paraban para comer. Habìa solo unas paradas cortas en los terminales de buses. Iban sin parar, pero me dieron algo para cenar y desayunar. A Calama llegué por la mañana y inmediatamente salí a San Pedro de Atacama.
El primer día no hice mucho - solo descansaba y buscaba un tour para salar de Uyuni, en Bolivia. San Pedro de Atacama no me gustó mucho - era una grande agencia de viajes y todos vendían, más o menos, lo mismo. Visité tres agencias y elegí una con buenas opiniones y con un buen precio.
El próximo día alquilé una bici y por la mañana visité el valle de la Luna (por la tarde ya no permitían las bicicletas en el parque porque había mucho tráfico de buses - una atracción principal era la puesta del Sol y muchos tours iban al parque y era peligroso ir en bici). El valle de la Luna era espectacular con unas vistas marcianas.
Para ver la puesta del Sol fui al mirador Capote - nada interesante. Llegué bastante temprano y al principio estaba solo. Pero antes de la puesta del sol llegaron muchos minibuses con turistas y el lugar estaba lleno de ellos.
Por la mañana salí rumbo a Bolivia. Adiós Chile.
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